En el Antiguo Testamento, libro sagrado para todos los cristianos, nos encontramos la figura de Noé y como el diluvio universal anego de agua toda la tierra con el objetivo de exterminar a todos los seres vivos del planeta. Los únicos que lograron salvarse de tal catástrofe fueron Noé junto con su familia, y una pareja de animales de cada especie. Como promesa de que no se volvería a acometer semejante exterminio, Dios hizo aparecer entre las nubes un símbolo para la posteridad, el cual en forma de arco y con distintos colores, el cual recordaría a toda la humanidad la firme promesa de que jamas volvería a destruir Dios la tierra con otro diluvio.
Siglos después, y mas allá de las tradiciones religiosas en las que aparece la figura del arcoiris, nos encontramos en una situación de alarma nacional ante la expansión del virus COVID 19, mas popularmente conocido como Coronavirus, y en la que la figura del arco con sus siete colores se ha hecho emblema para la lucha desde los hogares contra el virus y de esperanza en que todo esto se solucionará.
Una de las medidas a tomar, y que en ocasiones a según que personas, mas les cuesta entender o cumplir, es el confinamiento en los hogares, para evitar de esta manera la rápida propagación del virus. No es fácil pasar de un estado de libertad a uno de reclusión, de carácter obligado, en apenas unas horas. Y como todo en esta vida, nuestro cerebro necesita de unos días para poder asimilar ciertas conductas a las que no se esta habituado.
¿Pero que consecuencias tendrá todo el tiempo que estemos dentro de nuestras casas? No sera de extrañar que a medida que pasen los días nos vayamos encontrando mas irritados, con cierto grado de ansiedad, y en casos mas graves, con estados depresivos, entre otros tipos de problemas. Y no solo por el mero hecho de permanecer aislados del resto de la sociedad, sino también por la cantidad de información que estamos recibiendo en los últimos días en los que ademas de la pandemia del COVID 19, hay que sumarle la crisis financiera que supuestamente vendrá después. Toda esta sobreinformación, con tan poco margen de exposición, hace que nuestro cerebro no se adapte tan rápido a los cambios, ya que entre otros motivos, no hemos vivido una situación similar nunca, – nos tendríamos que remontar a la década de los años 30 del siglo pasado, durante el trascurso de la Guerra Civil española y la posterior dictadura – y carecemos de recursos cognitivos y emocionales para poder gestionar de manera efectiva la actual crisis nacional.
Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Albert Einstein
Aunque si que es cierto, que la capacidad de superación que tenemos la humanidad es indescriptible, mucho mas de lo que nos podríamos llegar a imaginar, habiendo llegando a convertirnos en la especie dominadora del planeta, y superando las peores situaciones desde que empezamos a vivir en comunidades, hace ya unos 6000 años. Nuestro código genético esta hecho para sobrevivir, como el de cualquier otra especie, y es por ello, que debemos de emplear la capacidad de reflexión y de razonamiento que se nos ha dado para intentar sobrellevar los problemas que vayan surgiendo con la actual crisis de una manera positiva y disciplinada.
Para sobrellevar estos días, o mejor dicho semanas, no debemos de caer en la pereza por el mero hecho de estar en casa, y debemos de crear unas rutinas como las que hubiéramos llevado de no estar confinados, pero adaptándonos lógicamente a dicha situación. Programarnos un calendario de actividades diarias, en los que incluyamos:
- tiempo de ocio, jugar con los mas pequeños de la casa, leer, ver películas o series, aprovechando la situación para invertir mas tiempo en nosotros mismos y en los demás
- alimentación, que la cocina sirva de punto de encuentro entre todos y nos centremos en el proceso de elaboración para evitar cualquier distracción negativa en el plano cognitivo
- rutinas de sueño, intentado cumplir los horarios que ya teníamos establecidos con anterioridad, tanto a la hora de acostarnos como de levantarnos
- hacer ejercicio, en internet nos encontramos un sinfín de paginas que ofertan de manera gratuita ejercicios para mantenernos en forma sin necesidad de salir a la calle
- renovar el aire a diario de nuestras viviendas, intentando sacar unos minutos para sentir el aire fresco de la mañana en nuestras caras
- no sobreinformarnos en exceso, como todo en esta vida, demasiada información en estos momentos, si no esta bien gestionada por nosotros mismos, puede ocasionarnos mas un problema que un beneficio a nivel emocional
- y por ultimo, y muy importante, pintar un arcoiris, muy grande y lleno de colores, y en el que se pueda leer la frase “TODO IRA BIEN”
Jesus Padilla. Psicólogo A-02266