Adultos

Es a partir de la adolescencia, en el comienzo de la edad adulta. donde aparecen muchos de los trastornos mentales. Esto no significa que en edades tempranas del desarrollo no se hallen presentes y/o reciban su correspondientes tratamientos. Numerosos trastornos evolucionan de un grado a otro ha medida que va creciendo la persona y no recibe su tratamiento, por ello es de vital importancia un diagnostico precoz que permita intervenir en edades tempranas.

“Es normal que en cualquier momento de nuestra vida la persona sufra algún bajón físico o psicológico”

En esta etapa de la vida, las personas nos vamos cargando de responsabilidades y obligaciones (el trabajo, la familia, los hijos,etc.), que a menudo van agotando nuestros recursos y ponen a prueba nuestra capacidad de afrontamiento en situaciones complicadas. Es normal que en cualquier momento de nuestra vida la persona sufra algún bajón físico y/o psíquico y necesite un tiempo para recobrar sus energías para poder seguir adelante. El problema es cuando dicho bajón se prolonga en el tiempo, pudiendo acarrear otros problemas.

Términos como: estrés, ansiedad, estados depresivos, etc, son frecuentes en estos estados, y  al prolongarse en el tiempo, sin recibir su correspondiente tratamiento, pueden cronificarse y resultar un problema en la persona que lo sufre.

En muchos de los casos, el tratamiento consiste en un intervención terapéutica de unas pocas semanas, en las que trabajar con el paciente diversos aspectos de su vida diaria que le estén ocasionando malestar o le supongan un problema.